Agradecer a Dios es una forma de reconocer su presencia en nuestras vidas y su amor inagotable hacia nosotros.
Dar gracias a Dios por la comida que tenemos, por la salud, por el trabajo, por la familia y amigos, entre otras cosas. Debemos cultivar la costumbre de agradecer a Dios por todas las bendiciones que recibimos, grandes y pequeñas.
Mateo 25:23
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
Gracias a Dios por la vida, cuando uno ve a un hermano con aspecto y olor a muerto y luego uno es parte de ese proceso de compartir la vida, es grandioso.
Hace más de catorce años atras vi a mi hermano más muerto que vivo con olor a muerto y gracias a Dios y a su transplante de riñón a continuado con vida.
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